Nuestro concepto actual de la mente humana se puede resumir diciendo que la mente es la facultad perceptora de la inteligencia humana, del mismo modo que la vista es la facultad perceptora del ojo, y la audición del oído.
La mente parece ser el sentido maestro de la humanidad. Parece que su función consiste en captar información almacenada por los otros sentidos en las neuronas del cerebro, siendo capaz de imprimir y detectar información en la vida celular, en su medio y a distancia.
La inteligencia humana puede, mediante el deseo, sintonizar su sentido maestro a cualquier parte del cerebro, y puede llevar a la conciencia la información allí almacenada.
El cerebro es como un archivo; allí se ha almacenado la información desde los tiempos en que el ser humano pisó este planeta. En ese momento todavía funcionaba en un nivel primitivo de la vida animal. Esta información ha ido pasando de padres a hijos en muchas formas, incluyendo las vías de transmisión genética.
La ciencia ha estudiado el cerebro electrónicamente. En el estado de vigilia, las pulsaciones eléctricas del cerebro están en su nivel más alto, superando los catorce ciclos por segundo.
Durante el sueño profundo, estas pulsaciones disminuyen llegando a estar entre medio a tres y medio ciclos por segundo.
Los científicos que investigan las ondas cerebrales han dividido esta pulsación en cuatro bandas de frecuencia de menor a mayor: Delta, Theta, Alfa y Beta.
Los cinco sentidos físicos: tacto, gusto, olfato, oído y especialmente la vista están asociados con el funcionamiento cerebral del nivel Beta. Aparentemente, toda la información grabada a través de nuestros sentidos físicos es archivada en algún compartimiento dentro de Beta.
El hombre puede aprender a proyectar su sentido maestro (la mente) al nivel Alfa de la actividad cerebral y puede funcionar conscientemente desde esa perspectiva.
Aquella parte del cerebro que produce actividades de tipo Alfa es toda una dimensión en sí, y constituye un plano que la humanidad, aparentemente, ha descuidado en su evolución.
La dimensión Alfa posee un equipo completo de facultades perceptoras, al igual que la dimensión Beta.
Debido a que la humanidad no ha usado la dimensión Alfa, conscientemente ahora necesitamos aprender a funcionar en esa dimensión, guiando, dirigiendo y orientando la psiquis (mente). La palabra Psicorientología significa: 1º) Ayudar a usar la mente conscientemente y de forma controlada en su propio mundo interior, es decir, en su dimensión original. 2º) Continuar guiando, dirigiendo y educándola en su funcionamiento dentro de esta dimensión. 3º) Desarrollar, incrementar y controlar sus percepciones psíquicas, comprendiendo aquellas sensaciones propias de la mente.
4º) Continuar esta educación para un posterior crecimiento y desarrollo de sus aplicaciones psíquicas.
Mediante estas aplicaciones psíquicas, la mente aprende a usar su propio campo de sensaciones con la misma facilidad con que habitualmente utiliza el campo de las sensaciones biológicas.
Esto se conoce como educación subjetiva y en esto consiste el Control Mental.
Uno de los más importantes descubrimientos que surgieron de las investigaciones de la Psicorientología resultó ser la comunicación subjetiva; es decir, la capacidad de la mente (el sentido maestro) para detectar información grabada en otro cerebro a distancia.
Se ha comprobado que la inteligencia humana puede voluntariamente entrar en la dimensión Alfa, es decir, que a través de la Psicorientología podemos aprender a desarrollar controles, estableciendo puntos de referencia, para obtener un funcionamiento adecuado dentro de la dimensión subjetiva. Mediante el desarrollo de esta capacidad, el ser humano puede funcionar en la dimensión Alfa, cuando haya una necesidad y la información sea inalcanzable por medio de los cinco sentidos físicos. Una persona que mediante estos entrenamientos desarrolla la habilidad para responder, tanto en la dimensión Beta como en la Alfa, se vuelve más saludable y productiva, con mayor capacidad para resolver problemas.
Comenzar a utilizar conscientemente la dimensión Alfa es como nacer de nuevo. Si la humanidad usa las dos dimensiones y los dos equipos sensoriales, puede proyectar el funcionamiento de la mente a una perspectiva superior. Desde esta perspectiva, podemos utilizar un bagaje de conocimientos mucho mayor; podemos desarrollar una mayor sabiduría y concebir una escala de valores más realista y verdadera.