La dinámica del campo magnético terrestre ha sido reproducida en laboratorio. Un equipo de ingenieros franceses, después de obtener artificialmente el efecto dinamo, observaron que los procesos magnéticos obtenidos en laboratorio presentan similitudes con el comportamiento del campo magnético terrestre, lo que ayudará a conocer mejor el magnetismo de nuestro planeta y el fenómeno de las inversiones de polos magnéticos.
Científicos franceses han reproducido por vez primera en laboratorio la dinámica del campo magnético terrestre: observaron inversiones de un campo magnético mediante un derrame muy turbulento de sodio líquido, informa el Comisariado francés de la Energía Atómica CEA, en un comunicado.
El campo magnético de la Tierra permite que nuestro planeta se comporte como un imán gigantesco. Su origen probable se encuentra en los movimientos altamente desordenados que agitan el núcleo externo terrestre (fundido), lleno de hierro líquido, lo que produce lo que se conoce como efecto dinamo.
Este efecto consiste en la generación espontánea de un campo magnético en un fluido conductor eléctricamentre neutro, y es causante de cualquiera de los campos magnéticos de los diferentes cuerpos astronómicos.
Sobre todo desde los años 60 del siglo pasado, ha habido una efervescencia de estudios teóricos sobre este fenómeno, pero hasta la fecha no se habían podido reproducir las condiciones necesarias para que un determinado flujo produjera un campo magnético.
Efecto reproducido
La asociación VKS, formada por varias instituciones (CEA, el CNRS, la Ecole normale supérieure de Lyon y la Ecole normale supérieure-Paris ya había demostrado que es posible reproducir el efecto dinamo en una experiencia de laboratorio, tal como explicaron en un artículo publicado en la Physical Review Letters. La versión integra de este trabajo se publicó previamente en el repositorio online de acceso abierto y gratuito a pre-prints de artículos de física, Arxiv.
Con la ayuda de un turbulento derramamiento de sodio líquido producido por la rotación en sentido inverso de dos turbinas en un cilindro, descubrieron que dos turbinas girando a la misma velocidad originan espontáneamente, a partir de un cierto nivel, un campo magnético estacionario.
Lo que han observado en esta segunda oportunidad, según explican en un artículo publicado en Europhyisics Letters, es que cuando las turbinas giran a velocidades diferentes, añadiendo una rotación de conjunto parecida a la de los planetas y las estrellas, el campo dinamo puede variar con el paso del tiempo.
Algunos procesos presentan así similitudes con el comportamiento del campo magnético terrestre: por un lado, el campo pasa de un estado de polaridad a un estado opuesto en períodos aleatorios y la duración de las transiciones de un estado a otro es muy pequeña.Por otro lado, los períodos de tiempo durante los cuales el campo es estable, tienen una duración variable pero siempre más larga que el tiempo necesario para una inversión.
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